Por: Dra. Egly Colina Marín, Abogado especialista en Derecho Privado. Profesora de Castellano, Literatura y Latín
Sílvio Antônio Narciso de Figueiredo Caldas, fue un auténtico carioca, nacido el 23 de mayo de 1908, en la calle San Luis Gonzaga, popular barriada de San Cristóbal, en Río de Janeiro.
Hijo de Narciso Antonio Caldas, quien se desempeñaba como propietario de un modesto comercio de instrumentos musicales, era a su vez, sintonizador, compositor y se dedicaba a la reparación de pianos y otros instrumentos.
A la edad de cinco años, el pequeño Silvio ya se presentaba como cantante en cines y teatros de Río, actuando en festivales, mesas de bares y en todos los lugares que le ofrecían la oportunidad de demostrar sus innatas facultades de rapsoda. Con sólo seis años, dirigido por su padre, cantó en el “Phoenix Teatro”.
Independientemente a sus actividades artísticas, Silvio Caldas a los nueve años de edad se inició como aprendiz de mecánico y, en 1924, a los diez y seis años, ya estaba ubicado en el populoso São Paulo. En Catanduva, SP, fue lácteos y también realizó trabajos como lavador de autos, cocinero, camionero y mecánico. En 1927 regresó a Río de Janeiro, donde se encontró con el serenatero Anthony Santos, “El milonguita”, quien le presentó en la popular estación de radio “Mayrink Veiga” localizada en el sector de la Praça Mauá de la avenida Río Branco de Rio, para que realizara su primera audición radial. Ya, para 1929, estaba trabajando en Radio Sociedade, la más antigua de las estaciones sonoras de Brasil, fundada en abril de 1923. En 1930, Silvio Caldas, registró sus primeras grabaciones estructuradas con interpretaciones de marchas, sambas y valses, tornándose con Orlando Silva y Carlos Francisco Alves Galhardo en el trío más exitoso de artistas vocales de la denominada “edad de oro” de la MPB.
A comienzos de 1930 hizo sus primeras grabaciones para la Victor. De esta época datan los registros sonoros de las sambas “Amoroso” con Quincas Freire, y “Alo, meu bem” del poeta y compositor Carlos de Almeida. Después registró otros éxitos con composiciones de Ary Barroso, destacando la samba “Faceira” y “Gira”, donde cantó a dúo con la vedette de Carmen Miranda y, también cantó con Elisa Coelho Batuque la samba “Terra de iaiá”
En 1932 Silvio Caldas estuvo activo en múltiples revistas musicales. Además, grabó la samba “Se eu fora rei” de su autoría. y la samba-canción de Ary Barroso y Luis Peixoto “Maria”, que se constituyó en un clásico de la canción popular brasileña.Antes de retornar a los estudios de “Radio Mayrink Veiga” Silvio estuvo contratado para audicionar como exclusivo, en el “Programa Case na Rádio Philips”. También estuvo en Radio Nacional.En los carnavales de 1933 cantó la marcha “Segura esta mulher” de Ary Barroso y la samba “E ela não jurou” del compositor, arreglista y pianista Antônio André de Sá Filho. Cantó, asimismo, la samba del compositor y cantante Wilson Batista de Oliveira, “Lenço no pescoço”. Este mismo año viajó a Argentina, con la compañía de revistas “Jardel Jercolis”.
En los carnavales de 1934 estrenó sus dos gran éxito: “Vou partir” y “Linda Lourinhã” una y otra del de la autoría de João de Barro. Silvio Caldas a partir de 1934, en asociación con el poeta y periodista Orestes Barbosa, comenzó una interminable cadena de éxitos. El primero de éstos fue la samba “Sem você”. Y, después, compartorían autoría con los siguientes temas: “Única rima”, “Arranha-céu”, “Chão de estrelas”, “Meu erro”, “O Nome dela não digo”, “O Vestido das lágrimas”, “Quase que eu disse”, “Santa dos meus amores”, “Serenata”, “Soluço”, “Suburbana” y “Torturante ironia”.Aquí, la dupla Barbosa-Caldas demuestra talento y originalidad, promoviendo en todo Brasil, el popular rítmo de la “Seresta” nombre con el que se denominaba la antigua tradición del canto popular. Esta era una especie de serenata con versos sentimentales que se entonaban por las noches en calles de las ciudades con parada obligatoria frente a las casas de las enamoradas. La historia registra para 1935 los temas “Santa dos meus amores” y “Serenata” registrados por el sello “Odeón”.
En 1937, Silvio Caldas puso en circulación dos de sus más grandes éxitos, como compositor e intérprete “Chão de Estrelas” cuyas estrofas están impregnadas de una profunda ternura: “Minha vida era um palco iluminado/Eu vivia vestido de dourado/Palhaço das perdidas ilusões/Cheio dos guizos falsos da alegria/Andei cantando a minha fantasia/Entre as palmas febris dos corações/Meu barracão no morro do Salgueiro/Tinha o cantar alegre de um viveiro/Foste a sonoridade que acabou/E hoje, quando do sol, a claridade/Forra o meu barracão, sinto saudade/Da mulher pomba-rola que voou/Nossas roupas comuns dependuradas/Na corda, qual bandeiras agitadas/Pareciam estranho festival!/Festa dos nossos trapos coloridos/A mostrar que nos morros mal vestidos/É sempre feriado nacional/A porta do barraco era sem trinco/Mas a lua, furando o nosso zinco/Salpicava de estrelas nosso chão/Tu pisavas os astros, distraída,/Sem saber que a ventura desta vida/É a cabrocha, o luar e o violão...” y, en coautoria con Orestes Barbosa, produce la selección popular, “Meu limão, meu limoeiro” con arreglos del compositor pernambucano José Carlos Burle. Esta grabación la realizó a dúo con Gidinho.Otros éxitos llegarían con el transcurrir del tiempo: “Pastorinhas” 1938 de Noel Rosa y João de Barro; “Florisbela” (1938) de Eratóstenes Alves Frazão y Antônio Nássara; “Sorris Da Minha Dor” (1938) de Paulo Medeiros; “¿Pra Que Mentir?” (1938); “Da Cor Do Pecado”, (1939) de Alberto de Castro Simões da Silva; “A Deusa Da Minha Rua” (1939) de Jorge Faraj y Newton Teixeira; “”(1939) de Ary Barroso y Lamartine Babo; “Mulher” y “Velho Realejo” (1940) de Custódio Mesquita y Sadi Cabral; “Kátia” (1940) de Georges Moran e Vítor Bezerra; “O amor é assim” (1940) de Sivan Castelo Neto; “Andorinha” (1940) de Silvio Caldas “Preto velho” (1940) de Custodio Mesquita y Jorge Faraj; “Rosinha” (1941) de Heber de Bôscoli y Mário Martins; “Morena boca de ouro” (1941) de Ary Barroso; “Sereia“ (1942) de Antônio Gabriel Nássara y Valdemar de Abreu (Dunga); “Duas janelas” de Wilson Batista y Jorge Faraj; “Meus vinte anos” de Wilson Batista. En 1943 registró “Modinha” de los compositores Jaime Ovalle y Manuel Bandeira y, la canción “Serrana” de los autores Alberto Costa y José Judice. Asimismo, grabó las sambas “Promessa” de Custodio Mesquita y Evaldo Rui y “A vida em quatro tempos” de Custodio Mesquita y Paulo Orlando. “Na Baixa do Sapateiro” (1942) de Ary Barroso; “Promessa” (1943) de Custódio Mesquita y Evaldo Ruy; “Como Os Rios Que Correm Pro Mar” (1944) de Custódio Mesquita y Evaldo Ruy; “Pistom de gafieira” (1959) de Billy Blanco; Durante estos años registró sus grabaciones con los sellos RCA y Columbia. Silvio Caldas trabajó, además, en el cine. En 1944 participó en el film del realizador José Carlos Burle “Tristezas não pagam dividas”
Este mismo año registro las samba “Como os rios que correm pro mar”, “Valsa do meu suburbio” de los autores Custódio Mesquita y Evaldo Ruy. En 1946 grabó “Minha casa” de Joubert de Carvalho y el fado-tango “O despertar da montanha” de Eduardo Souto.
En 1951 incorporado al staff de la grabadora Sinter los temas “Nos braços de Isabel” de José Judice y en 1953 pulicó la canción “Silencio do cantor” de Davi Nasser y Joubert de Carvalho y “Flamboyant” de Joubert de Carvalho.El sello Columbia registró para la posteridad series en discos de larga duración destinado a coleccionistas. De 1959 “Cabelos brancos“, “Eternamente”, 1960; Sílvio Caldas em pessoa: “Titio canta para você”, 1963; “Canta o seresteiro”, 1966;. “Pela Copacabana saiu” y en 1971 apareció una selección de dos álbum que integró las voces de Elizete Moreira Cardoso y Sílvio Caldas.La RCA Victor conserva en su catálogo el L.P., “Sílvio Caldas e Pedro Vargas” en testimonio a la histórica presentación de estos colosos de la canción popular y romántica iberoamericana en acto realizado en vivo en el “Canecão Petrobras” en 1977. De esta sesión histórica están los temas “Serenata” de los compositores cariocas Silvio Caldas y Orestes Barbosa; “Pierrot” de Joubert de Carvalho y Paschoal Carlos Magno, “Serenata do adeus” de Vinicius de Moraes, “Chão de estrelas” de Orestes Barbosa y Silvio Caldas, “Carinhoso” de Pixinguinha y João de Barro, “Quem há de dizer”, de Alcides Gonçalves y Lupicínio Rodrigues, “Solamente una vez” de Agustin Lara, “Quizás, quizás, quizás” de Oswaldo Farrés, “Bésame mucho” de Consuelo Velasquez, “El rey” de José Alfredo Jiménez, “Aquarela brasileira” de Ary Barroso y “Até amanhã” de Noel Rosa.
Por su extensa y meritoria actividad cultural Silvio Caldas ha sido reconocido como una de las figuras esenciales de la canción brasileña de todos los tiempos. La “Academia Brasileira de Letras”, a proposición del escritor Jorge Leal Amado de Faria (Jorge Amado) le otorgó, por unanimidad, en 1992, la “Medalha de Machado de Assis”
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