viernes, 19 de junio de 2009

GENARO SALINAS

Por: Dra. Egly Colina Marín, Abogado especialista en Derecho Privado. Profesora de Castellano, Literatura y Latín


El cancionero romántico por antonomasia de la cuarta y quinta década del fenecido Siglo XX, de acuerdo con su trayectoria artística fue Genaro Salinas. Nacido en 1920 en la colonia “El Cascajal” en la cálida ciudad de Tampico, en el caribeño estado de Tamaulipas, a los pocos años de su nacimiento sus padres Narciso Salinas y Concepción Cardona, se residencian en la histórica ciudad de Torreón, en el norteño estado de Coahuila, retornando en la alborada de los años 30s., a Tampico.
Durante sus primeros años de adolescencia, el joven Genaro evaluó sus aptitudes para el canto. En este sentido, se inscribió en la academia “Giadam”, de su ciudad natal para perfeccionar este arte. En 1939, debutó en un concurso de aficionados organizado por la radiodifusora XES, cuyo propietario era el conocido empresario radial Clemente Serna Martínez, fundador junto a Emilio Azcárraga Vidaurreta, (Tampico, Tamaulipas, Mx., 2 de marzo de 1895 – Ciudad de México, D.F., Mx., 23 de septiembre de 1972) de la empresa Radio Programas de México, y padre, del empresario Clemente Serna Alvear, (Guadalajara, Jalisco, Mx., 29 de diciembre de 1936).
Esta sola presentación en público bastó para que el joven obtuviera el primer lugar, iniciando una interminable cadena de éxitos que concluirá fatalmente en la madrugada del 28 de abril de 1957 en una calle de Caracas, Venezuela.En marzo de 1940, se desposa con María de la Luz Herrera Razo, una joven nativa como él, de Tampico. Con esta dama procreó a Genaro y Concepción. El primero fallecido en Argentina y, Concepción, radicada en esa nación sudamericana.
A finales de la década de los 30s., Genaro Salinas arriba a Ciudad de México, D.F., atraído por su afán de triunfo y superación profesional, presentándose en el popular e histórico Teatro “Lírico”, situado en el número 46, de la calle de Cuba, Centro Histórico de la Ciudad de México, inaugurado en 1906, por el intelectual don Justo Sierra, en la oportunidad cuando desempañaba la Secretaría de Justicia e Instrucción Pública y Bellas Artes. Este teatro fue célebre por albergar en su seno a consagrados artistas y comediantes como María Caballé, Soledad Álvarez, Teresa Calvó, Miguel Gutiérrez, Guadalupe Rivas Cacho, Carlota Milanés, Virginia Fábregas, María Esperanza Bonfil, María Conesa, Germán Valdéz, Antonio Espino, Jorge Negrete, Joaquín Pardavé, Mimí Derba y Roberto Soto Mejía el “Panzón” Soto, entre una luminaria de estrellas.Esta presentación, según las crónicas de la época fue exitosa.
En 1940, debutó en la radioemisora XEW, “La voz de América Latina desde México”, propiedad del empresario de Tamaulipas Emilio Azcárraga Vidaurreta, situado en los altos del cine Olimpia, obteniendo como ya lo había hecho en “El Lírico”, un éxito impresionante. En el transcurso de estas primeras presentaciones, el perifoneador y compositor Pedro de Lille Aizpuru (Gunaceví, Durango, Mx., 19 de Junio de 1899 – Ciudad de México, D.F., Mx., 1 de octubre de 1964), le designó justicieramente como “La voz de oro de la radio”, cognomento con el que se le conocerá por toda su existencia artística. Genaro Salinas en su avidez por perfeccionar sus conocimientos vocales y musicales se inscribió para seguir cursos de vocalización y ejecución musical en la academia que regentaba el poeta y compositor Mario Molina Montes, (Alvarado, Veracruz, Mx., 16 de octubre de 1921 – Ciudad de México, D.F., Mx, 16 de octubre de 1997) quien con el correr de los años, sería el letrista de las canciones más afamadas del período cumbre de la canción romántica latinoamericana tales como “Viajera” y Quinto Patio”; en autoría con Luis Arcaraz; “De que te quiero, te quiero” y “El Muñeco de cuerda”, con Rubén Fuentes, “De mí para ti y de ti para mí”, con Eduardo Magallanes, “Mira cuántas cosas”, “¿De dónde vienes?” y “María del mar”, con Gonzalo Curiel; “Enséñame a Querer”, con Alberto Ángel y “El cuervo”, “Está sellado”, “Mundo”, “Soledad”, “Verdad”, “Se me fue” y “Borrasca” en autoría con Enrique Fábrega.Genaro Salinas fue poseedor de una incitante y sugerente voz, que le situó como obligado punto de referencia entre los más destacados artífices de melodía expresadas con sentimiento y sensibilidad, en la época de esplendor del romanticismo amoroso en estas latitudes. Se distinguió entre una pléyade de populares intérpretes surgidos en el área del Caribe, extendidos hacia el norte y sur de nuestra América.
Su estilo armonioso, unido a su prodigioso canto, lo representó entre los más cotizados tenores populares de su generación, y fue el más aventajado de los discípulos del gran juglar del siglo de oro de la canción popular, Tito Schipa, de quien técnicamente asimiló y desarrolló una depurada y elegante media voz, unida a los variados matices que impregnaba a sus interpretaciones con finura modulación, en adecuada colocación y filaturas de los sonidos, siempre buscando el arte que propagó por América el tenor italiano.Sus primeras experiencias en el acetato las experimentó con la compañía RCA Victor cuando registró con las afamadas orquestas de Rafael de Paz, (Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, Mx., 28 de noviembre de 1903 – Ciudad de México, D.F., Mx, abril de 1983) Miguel Ángel Pazos y Absalón Pérez; temas de pizarra como “La número cien” de Manuel Sabré Marroquín y Ernesto Cortázar; “Cuerdas de mi guitarra” de Agustin Lara; “Mi anhelo” de Mario Álvarez ; “Te quiero más y más”, “Por ti y para mi” y “Aquella tarde” del maestro director Miguel A. Pazos; “Callecita” de Ricardo López Méndez; “Volverás” de Wello Rivas, (Mérida, Yucatán, Mx., 18 de febrero de 1913 – Ciudad de México, D.F., Mx., 12 de febrero de 1990); “Tengo un amor” de Gabriel Ruiz; “Quiéreme otra vez” de la inspirada compositora cubana Margarita Lecuona; “Corazón de mar” de Paco Treviño; “Sangre calé” de Alfredo Brito y “Oreja de oro” de Alfredo Núñez de Borbón, (Ciudad de México, D.F., Mx., 8 de agosto de 1908 – Ciudad de México, D.F., Mx., 10 de diciembre de 1979) entre las de mayor éxito para ese año. Antes, a finales de 1940 había registrado para el sello Odeón el tema titulado “Que se yo” del compositor Gonzalo Curiel Barba (Guadalajara, Jalisco, Mx, 10 de enero de 1904 – Ciudad de México, D.F., Mx., 4 de julio de 1958).
Entre 1942 y 1943 llevó al disco sonoro temas de los compositores Armando Domínguez Borrás, (San Cristóbal de las Casas, Chiapas, Mx., 4 de enero de 1921 – Ciudad de México, D.F., Mx., 17 de mayo de 1985); Margarita Lecuona, (La Habana, Cuba, 18 de abril de 1910 – Estados Unidos, 1981); Olga De Blank, Gabriel Ruiz, Felipe Bermejo, Abel Domínguez Borrás, (San Cristóbal de las Casas, Chiapas, Mx., 29 de mayo de 1902 – Ciudad de México, D.F., Mx., 5 de julio de 1987); Fernando Z. Maldonado, (Fernando Zenaido Maldonado Rivera, San Luis Potosí, Mx., 20 de agosto de 1917); Agustin Lara, (Ciudad de México, D.F., Mx., 30 de octubre de 1897 – Ciudad de México, D.F., Mx., 6 de noviembre de 1970); Eduardo Martínez, Federico Baena, (Ciudad de México, D.F., Mx., 2 de marzo de 1917 – Ciudad de México, D.F., Mx., 18 de junio de 1996); Chucho Rodriguez, Roque Carbajo, Enrique Breton, Salvador Rangel y Alfredo Parra con el respaldo orquestal de las bandas de Absalón Pérez, Juan Garrido y Armando Domínguez. Además de sus presentaciones en la radio y de su asistencia a los estudios de grabación, se le admiró en teatros y centros nocturnos. Su voz se dejó escuchar en los conocidos cabaret “Waikiki”, situado en el número uno del Paseo de la Reforma, Ciudad de México, cuyo propietario era el músico, cantante y compositor Agustín Lara.
También se presentó en “El Ciro´s” ubicado en el Hotel Reforma, donde cantó por vez primera el bolero de Gabriel Ruiz “Adiós para siempre”. También destacó su presentación en el teatro “Folis”.A mediados de 1944, Genaro Salinas adoptó la decisión de separarse definitivamente de su esposa, María de la Luz Herrera, quedándose con la patria potestad, así como la guardia y custodia de los hijos habidos en este matrimonio. Se afirma que, ante el empuje que venía experimentando la carrera artística de Genaro Salinas, algunos de los “consagrados de la época”, afectados en sus intereses económicos, y en su vanidad personal, buscaron aislarlo y éste, sintiéndose asediado, buscó refugio primeramente en Cuba, y después, se radicó juntamente con sus hijos en la ciudad de Buenos Aires, Argentina.En Cuba, fue presentado en el cabaret “Copacabana”, donde conoció y se enamoró de la cancionera Malena de Toledo, 1916 – Montevideo, Uruguay, 23 de enero de 1960) inmortalizada por los autores argentinos Lucio Demare, (Buenos Aires, Argentina, 9 de agosto de 1906 – Buenos Aires, Argentina, 6 de marzo de 1974) y Homero Manzi, (Homero Nicolás Manzione. Santiago del Estero, Argentina, 1 de noviembre de 1907 – Aires, Argentina, 3 de mayo de 1951) con el tango “Malena”.Iniciada una relación sentimental entre uno y otro, contrajeron matrimonio en 1946, viajando posteriormente a Buenos Aires, Argentina, donde fijaron residencia. En esta capital registró para el sello “Odeón” las melodías que inmortalizarían su nombre: “Celos”; “Así”, “Traicionera”, “Tu desesperación”, “Una noche”, “Si tu vuelves a mí”, “Conozco a los dos”, “Ansiedad”, “Vida de mi vida”, “Noviecita”, etc., de los compositores Ernesto Lecuona, (Guanabacoa, Cuba, 6 de agosto de 1895 – Tenerife, Islas Canarias, 23 de noviembre de 1963); María Grever, (León, Guanajuato, Mx., 16 de agosto de 1894 – Nueva York, USA., 15 de diciembre de 1951); Gonzalo Curiel, (Guadalajara, Jalisco, Mx, 10 de enero de 1904 – Ciudad de México, Mx, 4 de julio de 1958); Arturo Caamano, Orlando de la Rosa, (La Habana, Cuba, 15 de abril de 1919 – La Habana, Cuba, 15 de noviembre de 1957); Ángel Alday, Pablo Valdéz Hernández, Atilio Bruni, Bárbara Vescio y Roberto Lambertucci entre los de mayor difusión y popularidad. Ese mismo año viaja en gira artística a Chile, Perú, Colombia y Venezuela.
A finales de 1952, Genaro Salinas, atendiendo al llamado que le hace el empresario Mariano Rivera Conde, Director Artístico de RCA Victor y esposo de la cantante y compositora Consuelo Velázquez, (Ciudad Guzmán, Jalisco, 21 de agosto de 1916 – Ciudad de México, D.F., Mx., 22 de enero de 2005), vuelve a la capital mexicana para registrar hacia la posteridad temas que son auténticas creaciones del cancionero popular latinoamericano. De esta época datan los títulos “Mis noches sin ti” y “Mi dicha lejana” de los paraguayos María Teresa Márquez, Demetrio Ortiz, (Piribebuy, Paraguay, 22 de diciembre de 1916 – Buenos Aires, Argentina , 18 de agosto de 1975) y Emigdio Ayala Báez; (Escobar, Paraguarí, Paraguay, 5 de agosto de 1917 – Escobar, Paraguarí, Paraguay, 24 de febrero de 1993) grabados el 24 de septiembre de 1952; “Paso a paso” del compositor Francisco Flores, registrado el 25 de de septiembre de 1952; “Camino agreste” del compositor Luis Aguirre Pinto, (Copiapó, Chile, 10 de agosto de 1907 – Santiago, Chile, 7 de junio de 1997) grabado el 19 de febrero de 1953; “Vanidad” de Armando González Malbran, (Valparaiso, Chile 1912) grabado con el acompañamiento de la Orquesta de Chucho Salinas, el 25 de septiembre de 1953. En esta misma temporada, RCA Victor registró el tema de los autores argentinos Juan Carlos y Ninah Barbara. “Como el agua del río” La presencia de Genaro Salinas se prologará en México por unos largos 3 años.
En julio de 1956, viaja hacia su destino final: Caracas, Venezuela. Mucho se ha escrito y dicho en relación a la trágica, brutal e inesperada muerte del consagrado cantor mexicano, ocurrida en la noche del domingo 28 de abril de 1957, en el tramo final de la Avenida Presidente Medina, sector Los Chaguaramos a 400 metros de la residencia de la cantante y actriz Graciela Naranjo, donde estaba alojado el artista.
Las primeras noticias de esta inesperada muerte la dio a conocer, el martes 30 de abril de 1957, el rotativo zuliano “PANORAMA” que tituló este suceso así: “MORIBUNDO ENCUENTRAN BAJO UN PUENTE AL CANTANTE MEXICANO GENARO SALINAS” para subtitular: “ POCOS MINUTOS DESPUES DE SER OPERADO FALLECIO EN EL HOSPITAL DONDE LE APRECIARON RASGUÑOS Y UNA HERIDA EN LA CABEZA”. Asimismo, el diario “EL NACIONAL” de Caracas en la misma fecha tituló: “PERECIO EL CANTOR GENARO SALINAS, SUPONEN QUE EN ACCIDENTE DE TRANSITO.” Y, el diario “PANORAMA” de Maracaibo en fecha 4 de mayo tituló: “CONTINUA EL MISTERIO SOBRE LA MUERTE DEL CANTANTE MEXICANO .” Según los testimonios suministrados por las personas allegadas al artista sobre esta trágica muerte, nada resulta cierto. Todo es confuso. Misterioso. El mismo “PANORAMA” en su edición del 1 de mayo de 1957, coloca en su página de sucesos un titular ingenioso e impreciso “GRACIELA NARANJO SABE MAS SOBRE LA MUERTE DE SALINAS,” para agregar: “POR LAS RELACIONES QUE ELLA MANTENIA CON EL CANTANTE MEXICANO, SE SEPARO DE ELLA EL PIANISTA LORENZO RUBALCABA”. El argumento de asesinato pasional donde, aparentemente, quedaban involucradas conocidos personajes de la comedia y de la represión política de la época, la desmiente el titular precedente.
Desde sus inicios, la trama que se orquestó con la desventurada muerte del cantante mexicano estuvo signada por el artificio que, finalmente, llevó a este hecho a diluirse en un piélago de misterio.Sobre el particular, y a pesar de haber transcurrido 51 años y algo, nada concreto existe para aclarar esta muerte. El silencio de las noches sigue amparando a la impunidad. Esta impunidad comenzó en el mismo instante cuando las páginas de los periódicos ignoraron este desventurado suceso. Sólo fue el martes, cuando el diario “PANORAMA” de la ciudad de Maracaibo, reseña este infortunado suceso.
La información comienza por ser especulativa. Se hace abstracción tanto del informe médico legal, como del parte policial y, los reporteros parten de la premisa de un hecho fortuito. En otras palabras, un accidente, a pesar de que las informaciones vertidas por la Brigada Contra Homicidios de la Seguridad Nacional señalaba que las investigaciones preliminares presumían la existencia de un crimen. La policía ensayó la hipótesis de que el artista había encontrado la muerte en otro lugar, y que los autores del crimen, lo habían lanzado al pavimento. Esta es la misma policía donde fungía como uno de sus omnímodos jefes el señor Miguel Silvio Sanz, a quien se le atribuía vesania represiva y crueldad de experto torturador.Para la época gobernaba en Venezuela el general Marcos Pérez Jiménez, quien a raíz de los resultados electorales de 1952, fue nombrado por la cúpula militar que había derrocado al gobierno constitucional de don Rómulo Gallegos, presidente provisional de los Estados Unidos de Venezuela, iniciándose un régimen dictatorial caracterizado por la represión y la falta de libertades fundamentales.La existencia de una implacable censura de prensa, hacia difícil que se informara oportuna y verazmente sobre hechos tanto políticos como criminales, por esa razón, la muerte de se colocó en el plano de la especulación. Las informaciones, así lo reflejan: “El cantante pudo haber estado de farra y ebrio trato de atravesar la vía por la parte más angosta del túnel”. Pero, la Seguridad Nacional insistió que este hecho, por sus circunstancias, parecía que se asemejaba a un crimen.” ¿Un crimen? ¿Quién lo inspiro? ¿Quiénes lo ejecutaron? ¿Dónde está el móvil o los móviles? Estas preguntas jamás fueron respondidas.Derrocada la dictadura en la madrugada del 23 de enero de 1958, algunas cronistas de sucesos comenzaron a indagar sobre las incidencias que condujeron a la temprana desaparición física de Genaro Salinas y, los más osados, llegaron a inferir que el suceso narrado había sido consecuencia de una venganza pasional, e involucraron a personalidades del ambiente farandulero y de la represión política como elementos vinculados a este deceso.Sin embargo, estas aseveraciones han quedado suspendidas en el tiempo, por cuanto no existen elementos probatorios que determinen con certeza el móvil pasional en el hecho. Otros cronistas, expositores del sensacionalismo, elaboraron hipótesis coincidentes con la afirmación anterior, pero, agregando elementos dramáticos al suceso para elaborar y comercializar folletines perversos que, por su intencionalidad, pretendieron menoscabar la recia y bien definida personalidad del artista mexicano.
También, aparecen con cierta ingenuidad algunos testimonios esparcidos por “amigos y allegados” a Genaro Salinas, quienes sin haber estado presentes ni contar con medios de acceso a las investigaciones policiales y judiciales han expresado reiterativamente que, el factor político pasional fue determinante en esta muerte. No pasa inadvertido para un acucioso investigador, el hecho de que 9 meses después de haberse producido esta fatalidad, se derrumbó el régimen del dictador Marcos Pérez Jiménez. Esta circunstancia permitió a los declarantes expresar sus ideas respecto a la muerte de Genaro Salinas; pero ninguno de ellos recurrió a la fuente primaria de la información, tales como protocolo forense, novedades, actas policiales, sumario judicial etc. Tampoco se observó que el estado mexicano a través de las autoridades consulares o diplomáticas elevaran por ante el gobierno de Venezuela protesta alguna o pedimento para investigar y aclarar la muerte de un connacional suyo; y, el señor Miguel Silvio Sanz a quien se le atribuyó la autoría intelectual de este desgraciado suceso, no fue imputado por esta muerte, a pesar de que los gobiernos subsiguientes le consideraban como acérrimo enemigo suyos. Además, la actriz argentina Zoe Ducós (Zoe Celia Ducós Gallegos, Buenos Aires, Argentina, 6 de marzo de 1928 – Caracas, Venezuela, 11 de noviembre de 2002), esposa del señor Miguel Silvio Sanz, avecinada por muchos años y, hasta su muerte, en Venezuela, en ningún tramo de su existencia reconoció que hubiera mantenido amoríos furtivos con el tenor.
En conclusión: Genaro Salinas, fue, es y aún continúa siendo una figura estelar en el sentimiento de los pueblos de América, que recurrentemente, buscan a través de los límpidos mensajes que dejara registrados en sus mensajes sonoros para la posteridad, un medio para entender que la esencia del amor que él representó, siempre estará presente en nosotros, los seres humanos. Genaro Salinas, pereció a la edad de 37 años, y sus restos mortales descansan por toda la eternidad, en el Panteón de los Artistas, en el cementerio “La Chacarita” de Buenos Aires, Argentina.
Amigos y admiradores de Genaro Salinas
Omar Martínez Benavides
Ciudad Victoria, Tamaulipas. México
Félix Hurtado
Maracaibo, Venezuela
Pedro García Romero Nogales
Sonora, México
Luis Jaime Chapa Elizondo
Reynosa, Tamaulipas. México
Enrique Villareal
Chulavista, California. USA
Enrique Rovero
Los Angeles, California. USA
Ernesto Martínez Frausto
Aguascalientes, Ags. México
Roberto García
Miami, Fl. USA
Sofía Liliana Vargas Ortega
Aguascalientes, Ags. México

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