Por: Dra. Egly Colina Marín, Abogado especialista en Derecho Privado. Profesora de Castellano, Literatura y Latín
Lorenzo Herrera nació en la aristocrática parroquia de Santa Rosalía, ubicada en el sector central de la ciudad de Caracas, el 2 de agosto de 1896. En 1923, la familia Herrera fija su residencia en la ciudad de Nueva York. Sus inquietudes artísticas las pone de manifiesto en la urbe neoyorquina; pero, en los primeros tiempos esta actividad no le ofrece satisfacciones de carácter económica, razón por la cual debe dedicarse a la realización de otros trabajos, sin olvidar el motivo esencial de su presencia en el país del norte. Su gran oportunidad se le presente cuando la compañía disquera RCA Víctor le ofrece un importante contrato para registrar en el acetato, en su voz, las composiciones que él ha compuesto en el transcurso de su estada en Nueva York.Lorenzo Herrera transformado en un exitoso compositor e intérprete de la música folclórica venezolana, además de registrar sus composiciones y voz con la RCA, también lo hace con el afamado sello Columbia. De esa época data su más famosa composición que en ritmo de pasodoble se conocerá con el nombre de “La Sultana del Ávila”, en homenaje a Caracas, su ciudad natal.En 1935 está de nuevo en Venezuela, donde cultiva su carrera intelectual y artística, constituyéndose en precursor de la interpretación del Bolero, ritmo que comunica espiritual y sensiblemente hechos de la cotidianidad, como el amor y el desamor, lealtad, traiciones y tristeza, todo ello expuesto sucintamente en letras empalagosas que fomentan sentimientos nostálgicos. Lorenzo Herrera condujo por la América sajona e hispana éste y otros ritmos de origen venezolanos.Lorenzo Herrera fue un inagotable compositor que tiene una autoría de más de 500 obras entre boleros, pasodobles, valses, guasas, joropos, quirpas, merengues criollos, pasajes y otros géneros. Entre sus composiciones destacan: Sultana del Ávila, Luisa, Josefina, Rosalinda, Juan José, El Bachaco, El Coletón, Mi Rancho, La Caldereta, Compae Pancho, La mula Rucia, Canta Ruiseñor, El primer amor, Chupa tu Mamey, Ya no sufras corazón, Vente pa´ ca mi negra, Caminito del llano adentro, Te creía buena, Alma venezolana, Venezuela, Pedro Migue y Musa aragüeña.Lorenzo Herrera, murió en la ciudad de Caracas, a los 64 años de edad, en 1960. Durante su existencia, dedicada íntegramente a Venezuela como creador de un estilo musical único e incomparable, nació lo más sublime del sentimiento de lo venezolano, porque identificado como estaba con su pueblo, él supo con palabras y matices naturales llegar a la profundidad del sentir nacional. Toda su obra está impregnada de galanura y tiene el indiscutible crédito de haber sido el autor que, con más riqueza le cantó a la ciudad de los techos rojos, y al pueblo de Venezuela, en su totalidad.Su voz, estilo y gracia únicos e inigualables, han quedado en el tiempo. Su recuerdo estará presente, en todas las generaciones de hombres y mujeres que, a través de sus ejecutorias forjan la gran patria de Bolívar.
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