lunes, 28 de septiembre de 2009

ALFONSO ESPARZA OTEO

Por: Dra. Egly Colina Marín, Abogado especialista en Derecho Privado Profesora de Castellano, Literatura y Latín

Alfonso Esparza Oteo, el más romántico de los compositores mexicanos de la primera mitad del siglo XX, nació en la ciudad de Aguascalientes, nervio y centro ferroviario de la República Mexicana, el 2 de agosto de 1894. Hijo de Luis Esparza ejecutante de piano y órgano y de Concepción Oteo, fue el segundo de los diez hermanos fecundados por este matrimonio.
Sus estudios musicales los inició a la temprana edad de 7 años, constituyéndose su padre en su primer maestro de solfeo y piano. Después cuando sus padres convencidos de sus sobresalientes aptitudes para esta disciplina del arte y del saber le enviaron a la academia de piano de don Fermín Ramírez, quien para conformar su sensible cultura musical e intelectual, le instruyó con los pedagogos don Susano Robledo en solfeo; Manuel María Ponce, en piano; Adolfo Miramontes en órgano, el presbítero Fermín Ramírez en canto y Juan María Cisneros en composición.
Posteriormente, recibió instrucción musical del maestro y compositor don Antonio Gomezanda, natural de la localidad jalisciense de San Juan de los Lagos y autor de las laureadas obras sinfónicas “Fantasía mexicana para piano y orquesta” y “Las Danzas mexicanas para piano y orquesta”. Alfonso Esparza Oteo, como organistas presentó su primer recital en la Iglesia de San José, a los doce años. Simultáneamente daba inicios a su actividad como precoz compositor, aunque con poco éxito porque sus primeras realizaciones estaban orientadas hacia el tema religioso.
En concordancia con sus inquietudes intelectuales como músico en formación, Alfonso Esparza Oteo, también tenía inclinación por la milicia. Al concluir sus estudios básicos se dio de alta en el histórico colegio militar de la Ciudad de México. Simultáneamente, continuaba profundizando sus estudios pianísticos y de composición.Al producirse la implosión social que determinó el fin de la “era porfirista”, el joven Esparza Oteo, se incorporó a las fuerzas revolucionarias que, en el norte de México, comandaba el caudillo “Francisco Villa”, José Doroteo Arango Arámbula (San Juan del Río, Durango, Mx., 5 de junio de 1876 – Hidalgo del Parral, Chihuahua, Mx., 20 de julio de 1923), actuando bajo las órdenes de los generales Felipe de Jesús Ángeles Ramírez (Zacualtipan, Hidalgo, Mx., 1869 – Chihuahua, Chihuahua, Mx., 1919) y Raúl Madero González, (Parras de la Fuente, Coahuila, 16 de septiembre de 1888 – Ciudad de México, D.F., Mx., 1982).Alfonso Esparza Oteo pudo armonizar sus dos grandes inquietudes: la música y la milicia; sin embargo, la primera de éstas prevalió en el ánimo del talentoso Esparza Oteo, retirándose definitivamente de la organización militar con el grado de mayor.
Estudió armonía con el reconocido profesor Juan León Mariscal, experto en armonía tradicional, moderna y contrapunto, autor de la obra “Fantasía Mexicana” y con el compositor, director de orquesta, violinista y científico mexicano Julián Carrillo Trujillo, (Ahualulco, San Luis Potosí, Mx., 28 de enero de 1875 - Ciudad de México, D.F., Mx., 9 de septiembre de 1965).De esta época datan sus primeros éxitos como compositor; “Vals azul”, Vals galante” y “Plenitud”. En esta misma época musicalizó el poema de Adolfo Fernández Bustamante (Veracruz, Ver., Mx., 27 de septiembre de 1898 – Ciudad de México, D.F., Mx., 18 de Marzo de 1957) que se conoció internacionalmente como “Un viejo amor” composición que con el transcurrir de los tiempos ha sido interpretada por los más destacados vocalistas como Tito Schipa, Alfredo Kraus, Carlos Almenar Otero, Hugo Avendaño, Alfredo Sadel, Pedro Vargas, José Luis Moneró, Luis Arcaraz, Oswaldo Gómez, Nana Mouskouri, Ernestina Garfias, Enrique Chía, Andy Russell, Ana Gabriel, Pedro Vargas, Libertad Lamarque, David Zaízar, Hermanas Hernández, Hermanas Padilla, Lucero Campos, Demetrio González y Fernando de La Mora entre otros.
Esta composición juntamente con “La borrachita” de Ignacio Fernández Esperón “Tata Nacho” (Oaxaca, Mx., 14 de febrero de 1894 – Ciudad de México, D.F., Mx., 5 de junio de 1968) y “China” del compositor Mario Talavera Andrade (Xalapa, Ver., Mx., 13 de diciembre de 1895 – Ciudad de México, D.F., Mx., 1960) proveería a la canción mexicana de importantes ingredientes para inicializar un proceso de autentificación de las expresiones creativas con degustación nacionalista que, motivarían a los autores y compositores de las décadas subsiguientes a incorporar estos elementos a sus obras, imponiendo una modalidad que rebasaría los límites de la patria mexicana para secundar los nacionalismos en otras importantes naciones del continente hispanoamericano.
La actividad artista y musical de Alfonso Esparza fue palpitante. Intervino ora como autor de música, ora como autor de letra y música, ora como arreglista en más de ciento cincuenta obras entre las que tienen vigencia “Un viejo amor”, “Dime que sí”, “Plenitud”, “Íntimo secreto”, “Mentirosa”, “Infamia”, “Fracaso”, “Adiós golondrina”, “Te he de querer”, “Albur de amor”, “Errante”, “Canción de amor”, “Mientras yo viva”, “Deja morena mia”, “La rondalla”, “Carta de amor”, “Bien sabes tú”, “Pajarillo barranqueño”, “La india bonita”, “Ojos gitanos”, Rocío”, “Como tú quieras”, “Carita de virgen”, “Huerfanita”, “Un cruel puñal”, “el pobre corazón”, “Así es la vida”, “Azares de la vida”, “Juan colorado”, Adolorido”, “Cenizas del olvido” y “Golondrina mensajera”.Entre sus intérpretes de mayor relevancia están Néstor Mesta Chayres, Pedro Vargas, Libertad Lamarque, Luis Pérez Meza, Alejandro Rivera, Hermanas Águila, Hermanas Padilla, Hermanas Hernández, Tito Schipa, Alfredo Sadel, Carlos Almenar Otero, Alfredo Kraus, Juan Pulido, Hermanas Huerta, Pilar Arcos, Guty Cárdenas, Emilio Tuero, Lorenzo Barcelata, Josefina Chacha Aguilar, Pedro Infante, Javier Solís, Jorge Negrete, Ana Gabriel, Cuco Sánchez, Héctor Palacios, Alfonso Ortiz Tirado, Juan Arvizu, José Moriche, Ernestina Garfias, Jorge Añez, Alcídes Briceño, Margarita Cuero, Eduardo Solís, Elena Ehleres, Jorge Macías, Los Panchos, y Tomás Morato.Además de su trabajosa actividad como artista de la creación, Alfonso Esparza Oteo utilizó buena parte de su tiempo para realizar una provechosa actividad pedagógica como autor de canciones destinadas a los escolares.
Musicalizó junto a Mario Talavera los film “Un viejo amor”, (1938) película del realizador Luis Lezama con un reparto de excepción integrado entre otros por Ramón Armengod, Valentín Asperó, Carolina Barret, Honorato Bassoco, Carlos L. Cabello, Margarita Cortés, Consuelo Frank, Teresa Galza, Esther García, Raúl Guerrero, Víctor Junco, Max Langler, Alberto Martí, Wilfrido Moreno, Clementina Morín, José Ortiz de Zárate, Arturo Turich, Ramón Vallarino, David Valle González y David Valle González; “El cementerio de las águilas”, cinta rodada en 1939 con Jorge Negrete, Margarita Mora, Miguel Inclán, Alfonso Ruiz Gómez, Ricardo Mondragón, Pepe Martínez y Lolo Trillo. Esta cinta fue escrita por Íñigo de Martino y Alfredo Noriega con la dirección de de Luis Lezama; “Con los dorados de Villa”, (1939) bajo la dirección y producción de Raúl de Anda y Emilio Fernández y las actuaciones de Domingo Soler, Pedro Armendáriz, Emilio “Indio” Fernández, Susana Cora, Lucha Reyes, Marcus Goodrich y Salvador Quiroz; “La paloma”, escrita y dirigida por Miguel Contreras Torres; “La gallina culeca” en 1941 con Sara Garcia, Ernesto Alonso, Gloria Marín, David Silva, Domingo Soler y Alfredo Varela Jr. Entre otros con la dirección de Fernando de Fuentes; "Caballería del imperio” (1942) con la dirección y producción de Miguel Contreras Torres y las actuaciones de René Cardona, Rafael Baledón, Pedro Vargas, Manuel Noriega, Julián Soler y Manuel Dondé; “Los hijos de don Venancio”, film de 1942 con las actuación y dirección de Joaquín Pardavé secundado por Roberto Cañedo, Victoria Argota, Luis Badillo, Francisco Pando y Horacio Cesarín. Esta cinta fue escrita por Nicolás de las Llanderas; “Adiós mariquita linda” con Tito Guízar, María Luisa Zea, Antonio Badú, José Elías Moreno y Miguel Inclán. Este film data de 1944, dirigido y escrito por Alfonso Patiño Gómez; “Amor de una vida” interpretado por Mapita Cortés, Miguel Arenas, Amparo Morillo, Tomás Perrín y José Pidal. Director Miguel Morayta. También musicalizó los film “Refugiados en Madrid”, “Pecadora”, Canción del corazón”, “Tehuana”, “Las tres hermanas”, “Íntimo secreto”, “Ojos gitanos”, “La golondrina”. “Rayando el Sol”, “Más allá del amor”, “La pajarera” y “la dulce enemiga”. Alfonso Esparza Oteo expresó que su técnica de composición es sencilla: “en todas mis producciones elijo previamente el tema y después llevo a cabo su desarrollo por medio de natural inspiración”.Sus composiciones más notables como “Te he de querer”, “Déjame llorar”, “estrellita marinera”, “Albur de amor”, “Juan colorado”, “La rondalla”, Mi tierra mexicana”, “Plenitud” y “Un viejo amor” y “Colombina” han sido marco musical de los cintas Dos inocentes mujeriegos, Caballo prieto azabache (La tumba de Villa), Santa sangre, El centauro Pancho Villa, Audaz y bravero, Gabino Barrera, Los cuatro Juanes, Dos maridos baratos, Rondalla, Sueños de oro, La niña de mis ojos y “Tu hijo debe nacer”.
Entre las cuantiosas actividades profesionales que desempeñó Alfonso Esparza Oteo en el medio siglo de su productiva existencia, destacan el haber sido Director de la Orquesta Típica Presidencial, durante los mandatos de los generales Álvaro Obregón, (Los Álamos, Navojoa, Sonora; 19 de febrero de 1880 – Ciudad de México, D.F., Mx., 17 de julio de 1928 ) y Plutarco Elías Calle, (Guaymas, Sonora, Mx., 25 de septiembre de 1877 – Ciudad de México, D.F., Mx., 19 de octubre de 1945), entre los neurálgicos años de 1920 a 1928, constituyéndose en testigo de excepción en el magnicidio perpetrado en la persona del “Caudillo de Celaya”, por el cristero José de León Toral (Matehuala, San Luis Potosí, Mx., 23 de diciembre de 1900 – Ciudad de México, D.F., Mx., 9 de febrero de 1929), hecho ocurrido el 17 de julio de 1928; Director de grabaciones para las compañías fonográficas Columbia y Brunswick entre 1926 a 1929; fundador en compañía de Ignacio Fernández Esperón, Mario Talavera y otros 75 compositores y autores del Sindicato Mexicano de Autores, Compositores y Editores de Música (SMACEM) que, al poco tiempo, se transformaría en la Sociedad de Autores y Compositores de México y, finalmente, adoptaría para los fines legales de rigor, la denominación de “Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM); Comisionado de Cultura Estética de la Secretaría de Educación Pública; Director-Fundador de la Unión de Directores de Orquesta; Director artístico de la radiodifusora XEW de la Ciudad de México; Secretario General de la Federación Teatral y Espectáculos Públicos y presidente de la Mesa de Investigaciones Folclóricas de la Sección de Música de Bellas Artes. En esta época el maestro Esparza Oteo realizó una laboriosa gestión para el rescate de las canciones tradicionales mexicanas.El 15 de junio de 1926, desposó a la dama Blanca Torres Portilla, con quien procreó a Alma, Graciela, Alfonso, Laura, María Eugenia, Silvia, Yolanda, Luis y a Enrique Esparza Torres. En entrevista publicada el 29 de junio de 1990, la viuda rememora su encuentro con el compositor de “Plenitud”: “Nosotros vivíamos en una quinta llamada “Suiza” en Acámbaro, Guanajuato, y en los tiempos de la revolución, mi papá nos mandó a estudiar a Morelia. Allí tuvo un maestro de piano, recién llegado de Europa, Ignacio Mier. Entonces tenía yo nueve años cuando salió el foxtrot de Alfonso Esparza Oteo, Plenitud, y mi maestro, que era muy clásico, decía: “entre toda la música que he escuchado, hay una de que es de un género popular y es muy valiosa: es Plenitud, por su estilo propio y pianístico”.
.… En tiempo yo jamás pensaría que iba a conocer al autor. Pero en ese gusto por la música, se cumplió la profecía “antes de conocerlo lo adiviné” ya que a los diecisiete años en el carnaval fue Acámbaro el grupo artístico de Esparza Oteo. El tocaba la primera parte de temas clásicos, y la segunda era mexicana.
.… Y entonces tocaba sus clásicos “Un viejo amor”, “Plenitud”, etc. Yo fui al teatro y allí lo conocí. Lo que fue como premonición fue que yo tocaba sus composiciones más populares y con mucha emoción lo quería conocer. Pensaba que era un viejito y lo voy viendo; muy guapo, muy joven e interesante, y yo me moría de la emoción: era mi héroe, después.… Alfonso fue al baile de carnaval, me sacó a bailar, nos enamoramos y del carnaval se fue a México, y regresó conmigo hasta Semana Santa. En esa época pidió permiso a mis padres, y les solicitó formalmente mi mano.
.… Alfonso fue un hombre de convicciones muy rectas, sin ninguna doblez, con una sensibilidad extrema y con un sentido de la responsabilidad, que la vida le había legado, desde su juventud; por ello Alfonso siempre será un ejemplo para la creatividad y para el logro de los más altos anhelos”.
Su padre, fue su primer maestro de solfeo y piano. Más adelante asistió a las clases que impartían los maestros Arnulfo Miramontes y Manuel María Ponce Cuéllar, de quienes recibió clases de piano, órgano, canto y composición, respectivamente. Este influjo de tan importantes maestros, fue esencial en su futuro como compositor, ejecutante y arreglista. A Manuel María Ponce Cuéllar le reconocía como su principal mentor en la delicada carrera que había escogido..Alfonso Esparza Oteo organizó y dirigió La Orquesta Típica Esparza Oteo y fue parte importante del renombrado cuarteto “Los Ases de la Canción” que integró en compañía de Miguel Lerdo de Tejada, Tata Nacho y Mario Talavera.
La actividad musical de Alfonso Esparza Oteo no estuvo reducida a su país natal, México, sino que, además, se extendió a una buena parte del continente. Realizó giras por el Caribe, centro y Sudamérica. En la Habana, Cuba fue objeto a innumerables agasajos y se presentó en el prestigioso “Teatro del Prado” junto a Miguel Lerdo de Tejada, Ernesto Lecuona, Gonzalo Roig, Eduardo Sánchez de Fuentes, Emma Piñeyro, Manuel Castro Padilla y Enrique Uhtholf. Ya, en 1927, se había presentado con éxito en el Teatro Payret. Una crónica de la época expresa: “La música mexicana, ha arraigado hondamente entre nosotros y cada día se adueña más y más de nuestro agrado, porque cada día se hace más comprensiva y clara”, para agregar: “Prueba de ello – aparte de los altos méritos artísticos de los intérpretes – en este éxito soberbio logrado por el maestro Esparza Oteo y sus cantores que hoy cantarán en su función de honor los número sobresalientes de su repertorio.
El Diario de La Marina, en su edición del 3 de marzo de 1927 destaca que “Alfonso Esparza Oteo, supo darnos la exacta emoción del amor que se fue, y que vive melancólicamente en nuestros recuerdos… El viejo amor que no se olvida, nunca en una bella canción que por clara y sincera salió de su patria y tomó carta de naturaleza entre nosotros es objeto hoy de un cálido homenaje de efecto en el pequeño y aristocrático Teatro del Prado”.
Alfonso Esparza Oteo falleció en Ciudad de México, D.F., Mx., a los 64 años de edad, el 31 de enero de 1954. Sus restos mortales reposan en el Panteón Jardín, en el Desierto de Los Leones de Ciudad de México.
En 1994, al conmemorarse el centenario del nacimiento del autor de “Un viejo amor”, el estado de Aguascalientes por intermedio del licenciado Otto Granados Roldán, gobernador de esa entidad estatal preparó y ejecutó a través del Instituto Cultural de Aguascalientes, dirigido por el licenciado Enrique Rodríguez Varela, un regio programa de actividades públicas y de investigación documental sobre la vida y obra del eximio compositor que coordinó el licenciado Víctor Manuel Solís Medina. Por nuestra parte, la Fundación Internacional José Guillemo Carrillo memoria histórica del patrimonio sonoro del Siglo XX, a través de su representante en México, Sofía Liliana Vargas, logró acceder por gentileza del licenciado Solís Medina, a la información requerida para la redacción de este estudio biográfico de Alfonso Esparza Oteo.

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